Palabras de espiritualidad

Asistir o no asistir a la iglesia

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Yo le pregunto: “¿Cuánto tiempo permaneces durante la Liturgia?”. Y responde, “Padre, yo entro a la iglesia y enciendo una veladora”. Le digo, entonces, “Y la pones para que esté en tu lugar mientras ella está, de hecho, en el suyo”.

Un día, un joven matrimonio llamó a la puerta de mi celda. Traían una lista de peticiones y me rogaron que hiciera una oración por ellos. Comenzamos a conversar y, como suelo hacer en esos casos, les pregunté si asistían a la iglesia con frecuencia. Entonces, me respondieron, “No somos tan mayores como para ir a la iglesia...”. Entonces, exclamé, “Si así fuera, ¡Señor, multiplica los ancianos!”

Yo no acostumbro hablar, en la confesión, con alguien que no asiste a la iglesia. No tengo nada qué hablar con alguien así. ¿Qué puedo decirle? Hay algunos que me dicen que no han asistido a la iglesia por años o que asistieron el año pasado, en la Pascua. A éstos, les digo, “¿Saben por qué las iglesias se llenan en la Pascua? Porque se trata de esas personas que asisten a la iglesia sólo una vez al año, como ustedes”. Otro caso es el de alguno que me responde que sí va a la iglesia... pero tan sólo a encender una candela. Yo le pregunto: “¿Cuánto tiempo permaneces durante la Liturgia?”. Y responde, “Padre, yo entro a la iglesia y enciendo una veladora”. Le digo, entonces, “Y la pones para que esté en tu lugar mientras ella está, de hecho, en el suyo..."

A los que no asisten a la iglesia les explico qué significa no asistir a la iglesia y qué significa asistir a la iglesia.

Entonces, ¿qué significa asistir a la iglesia? Significa ir al Cielo estando en la tierra, significa representar a los Querubines, ofrecerle a Dios un santo canto trinitario, cantar junto a los ángeles, “Santo, Santo, Santo es el Señor...”, ofrecerle alabanza a Dios, venerar a la Virgen y a los santos; significa escuchar la palabra de Dios, la palabra de nuestro Señor Jesucristo, que es más eterna que los cielos y la tierra; significa también recibir la bendición de nuestro Señor Jesucristo, en los santos oficios litúrgicos, por medio del sacerdote.

Y, al terminar, les pregunto, “¿Ves todo lo que dejas de recibir, todo lo que pierdes por no asistir a la iglesia?”. El hombre no es consciente que, de hecho, todo eso sucede en verdad; él simplemente dice que fue a la iglesia y nada más.

Y es que actualmente se nos ha olvidado qué significa asistir o dejar de asistir a la iglesia. Yo agrego: “Dos horas para Dios, para el que dice ser creyente, no es mucho. Dos horas para Dios, de una semana entera, permanecer frente a Dios... sentir que estás frente a Él...”

(Traducido de: Arhimandrit Teofil Părăian, Veniţi de luaţi bucurie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2001, pp. 87-88)