Aún podemos corregir los errores en el libro de nuestra vida
Mientras podamos escribir en nuestro libro de la vida, esforcémonos en llenarlo sólo de cosas buenas e ir borrando nuestros pecados, esos que cometimos tiempo atrás. Porque mientras tengamos vida, Dios no marcará ni lo bueno ni lo malo, sino hasta que nos llegue el momento de morir, cuando abandonemos esta patria y partamos hacia otro lugar.
Esta vida se asemeja a la labor del escritor. Éste, antes de componer una obra, trabaja en su borrador. Y si alguien se lo pide, agrega o extrae algún detalle, cambia algo de lo que lleva escrito. Y la vida futura se asemeja a un manuscrito redactado sobre un lienzo puro y marcado con el sello imperial, para que nada pueda ya modificarse en él. Hagamos, pues, los cambios necesarios, mientras esté en nuestras manos. Mientras podamos escribir en nuestro libro de la vida, esforcémonos en llenarlo sólo de cosas buenas e ir borrando nuestros pecados, esos que cometimos tiempo atrás. Porque mientras tengamos vida, Dios no pondrá un sello sobre lo bueno o lo malo, sino hasta que nos llegue el momento de morir, cuando abandonemos esta patria y partamos hacia otro lugar.
(Traducido de: Sfântul Isaac Sirul, Cuvinte despre nevoință, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 190)