Busca la paz y hallarás la alegría
Si amas la mansedumbre, vivirás en paz. Y si te haces merecedor de la paz, vivirás siempre en alegría. Busca la sabiduría y no el oro. Vístete con la humildad y no con sedas. Busca cómo alcanzar la paz, no el poder.
Si no puedes tranquilizarte con el corazón, hazlo, al menos, con tu lengua. Y si no puedes ordenar tus pensamientos, ordena al menos tus sentidos. Y si no puedes estar solo en tu pensamiento, permanece solo, con tu cuerpo. Y si no puedes trabajar con tu cuerpo, entristécete, al menos, con tu mente. Y si no puedes permancer velando en la iglesia, hazlo sentado en tu lecho, o incluso tendido en él. Y si no puedes ayunar dos días, hazlo al menos hasta el anochecer. Y si no puedes ayunar hasta la noche, al menos intenta comer sin llenarte. Si no puedes ser puro en tu corazón, selo al menos con tu cuerpo. Si no puedes llorar en tu corazón, viste, al menos, tu rostro de tristeza. Si no puedes ser misericordioso, intenta, al menos, hablar como un pecador. Si no eres dador de paz, desprecia, al menos, la riña. Si no puedes hacer mayor esfuerzo, al menos pon tu mente a trabajar. Si no eres vencedor del pecado, al menos no te envanezcas frente a los pecadores. Si no eres capaz de cerrar la boca del que murmura en contra de tu amigo, cuídate, al menos, de no participar en esas murmuraciones.
Debes saber que si de tu interior sale un fuego que arde a los demás, Dios te pedirá cuentas por las almas que quemaste. Y aunque no fueras tú quien arroja ese fuego, si consientes que otro lo haga, e incluso te gozas en ello, responderás como cómplice suyo el Día del Juicio. Si amas la mansedumbre, vivirás en paz. Y si te haces merecedor de la paz, vivirás siempre en alegría. Busca la sabiduría y no el oro. Vístete con la humildad y no con sedas. Busca cómo alcanzar la paz, no el poder.
(Traducido de: Isaac Sirul, Cuvinte despre nevoință, în Filocalia X, traducere din greceşte, introducere şi note de pr. prof. dr. Dumitru Stăniloae, Editura Humanitas, Bucureşti, 2008, p. 273-274)