Busca tiempo para dárselo a Dios
Busca tiempo para dárselo a Dios, cuando no puedas ejecutar lo que debes. Dedícate a la oración, sobre todo cuando cae la noche. Y desde el amanecer dirígete a la iglesia y ofrécele al Señor aquello que aún no conoces del día que te espera.
Reparte las horas del día entre Dios y el mundo. Busca tiempo para dárselo a Dios, cuando no puedas ejecutar lo que debes. Dedícate a la oración, sobre todo cuando cae la noche. Y desde el amanecer dirígete a la iglesia y ofrécele al Señor aquello que aún no conoces del día que te espera. Así, si te llaman las obligaciones del mundo, podrás responder siempre: “He abierto mis ojos desde temprano, Señor, para meditar en Tus palabras”, y de esta manera podrás irte a trabajar, con tu conciencia pura y tranquila. ¡Qué maravilloso es comenzar el día con himnos, cantos y bendiciones del Evangelio!
(Traducido de: Sfântul Ambrozie al Mediolanului, Viu va fi sufletul meu - părţi alese din Comentariul la Psalmul 118, traducător Părintele Constantin Necula, Editura Oastea Domnului, Sibiu, 2000, p. 91-92)