Cada necesitado es una oportunidad que Dios nos da
¡Gracias a Dios aún hay personas que se sacrifican por sus semejantes!
Para poner nuestras virtudes en acción, Dios permite que haya enfermos, personas necesitadas, etc.
Él podría cuidar de cada enfermo y de cada pobre, pero entonces nos llenaríamos de un sentimiento falso de ser virtuosos. Por ejemplo, podríamos decir que somos compasivos, sin serlo. Por el contrario, nuestros actos demuestran las virtudes que tenemos.
¡Gracias a Dios aún hay personas que se sacrifican por sus semejantes! Recuerdo haber conocido a alguien que, cuando recién había terminado de prestar el servicio militar, fue condenado injustamente con una severa pena… por haber protegido a una familia. En ningún momento pensó en el desprecio de los demás, mucho menos en su propia carrera.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Viața de familie, traducere din limba greacă de Ieroschimonah Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, p. 162)