Palabras de espiritualidad

Cómo consiguió Santa Mónica que su esposo volviera a la fe

  • Foto: Andrei Agache

    Foto: Andrei Agache

Con el paso del tiempo, su indulgencia y entrega terminaron ganándose a su esposo, de tal forma que, al final de sus días, éste abandonó el paganismo y se hizo cristiano.

De la vida de Santa Mónica, madre del beato Agustín, sabemos que su marido era un pagano, hombre duro e iracundo. Éste se encendía en enojo por cualquier nimiedad, descargándose con su inocente esposa. ¡Qué fácil hubiera sido para ella encontrar defensa y justificación ante las falsas acusaciones de su marido! Sin embargo, prefería callar y orar. Y cuando veía que el enfado de su esposo cedía, le explicaba lo irrazonable de su actitud, serenándolo. Entonces, aquel se daba cuenta de lo injusto que había sido con su mujer y cuánto esta cuidaba de él con sus virtudes, especialmente con su paciencia y humildad, llegando a apreciarla cada vez más.

Con el paso del tiempo, su indulgencia y entrega terminaron ganándose a su esposo, de tal forma que, al final de sus días, éste abandonó el paganismo y se hizo cristiano.

¡Qué gran sabiduría se esconde en la indulgencia! El que es capaz de ceder, puede también vencer. Mas el que busca imponer su punto de vista y, oponiéndose a los demás, también insulta y amenaza, ése no puede vencer, porque es pobre en paciencia y sabiduría.

(Traducido de: Arhimandrit Serafim Alexiev, Tâlcuire la Rugăciunea Sfântului Efrem Sirul, traducere din limba bulgară de Gheorghiță Ciocioi, Editura Sophia, București, 2011, pp. 47-48)