Cómo es la oración de una madre
La madre cristiana llega al Cielo criando hijos buenos. ¡Madres, qué rol tan importante tienen ustedes!
¡Madres cristianas, escuchen! La madre cristiana llega al Cielo criando hijos buenos. ¡Madres, qué rol tan importante tienen ustedes! Sin embargo, en nuestros días está de moda tener sólo uno o dos hijos (...) Recuerdo que mi padre era un hombre de gran fe. ¡Qué calidad de persona, mi padre! En nuestra aldea era considerado un torpe, por ser tan honrado. ¡Pero mi madre oraba aún más bellamente, llena de afecto! Elevaba la mirada, ponía sus manos sobre nuestras cabecitas y le decía a Dios lo que sentía que debía decirle: “Señor, este pequeño de aquí está algo enfermo... ¡Ayúdalo! Este otro es un poco travieso... Señor, ¿qué hago con él?”. Así hablaba ella, como si estuviera conversando con un anciano, con alguien. Y movía la cabeza, asintiendo, como si al hablar alguien le respondiera. Yo estoy seguro que Dios la escuchaba y le respondía. Ella hablaba. ¡Era un diálogo con el Señor!
(Traducido de: Preot Dimitrie Bejan, Bucuriile suferinței. Evocări din trecut, Cartea Moldovei, Chișinău, 1995, pp. 89-90)