Palabras de espiritualidad

Cómo hacer la catequésis en casa

    • Foto: Adrián Sarbu

      Foto: Adrián Sarbu

Translation and adaptation:

Si realizamos una catequésis doméstica de esta clase, lo demás vendrá con naturalidad y los chicos alcanzarán la solidez en su fe con el paso de los años, como una parte normal de la vida y no como una escuela aburrida que hay que terminar en un plazo determinado.

El conocimiento de Dios y los conocimientos sobre Dios son cosas distintas. Las preguntas y dudas machacan al hombre desde su juventud. ¿Cómo pueden responder los padres a esas interrogantes y, en relación con esto, tendría que realizarse una catequésis doméstica?

—Claro que en el marco de vida de una familia ortodoxa es necesaria la lectura del Evangelio. Si los padres leen el Evangelio con frecuencia, tanto para sí mismos como para sus hijos, les resultará igual de natural relatarles y más tarde leerles la Santa Escritura.

Si las hagiografías no representan una fuente histórica para nosotros, sino una necesidad del alma, encontraremos allí, sin problema alguno, lo que es bueno leerles a nuestros hijos, de acuerdo a su edad y la preparación para recibir en el alma lo leído.

Si los adultos tienden a participar conscientemente en los oficios litúrgicos, podrán hablarles a sus hijos sobre lo que ocurre en la Divina Liturgia. Luego, cuando le expliquemos a nuestro hijo las palabras del Padre nuestro, debemos intentar pasar después al Credo, explicándole por qué creemos y en qué creemos, quién es Dios, glorificado en Trinidad, cómo pueden existir tres hipóstasis de Un solo Dios y para qué fue que nuestro Señor Jesucristo aceptó sufrir Su Pasión.

Año tras año, diálogo tras diálogo, oficio litúrgico tras oficio litúrgico, el nivel de complejidad de lo expuesto debe crecer, y la cercanía con la Iglesia debe hacerse cada vez mayor. Si realizamos una catequésis doméstica de esta clase, lo demás vendrá con naturalidad y los chicos alcanzarán la solidez en su fe con el paso de los años, como una parte normal de la vida y no como una escuela aburrida que hay que terminar en un plazo determinado.

(Traducido de: Pr. Maxim Kozlov, Familia - ultimul bastion: răspunsuri la întrebări ale tinerilor, traducere din limba rusă de Eugeniu Rigoti, Editura Sophia, București, 2009, pp. 192-193)