Cómo nos juzgará Dios
Dios nos juzgará no según la medida de nuestros esfuerzos y sacrificios, sino de acuerdo la medida de nuestra humildad.
En lo que respecta a la contrición, (debemos saber que) Dios nos juzgará no según la medida de nuestros esfuerzos y sacrificios, sino de acuerdo la medida de nuestra humildad. En aquel Día, Dios nos juzgará no de acuerdo a los salmos que hayamos leído, no por haber sido inconstantes con la oración (cumpliendo con nuestra regla de oraciones de vez en cuando), sino por no habernos arrepentido.
Una enorme alegría sienten los ángeles en el Cielo cuando un pecador se arrepiente. Oremos, entonces: “¡Señor, ten piedad de mí! ¡Señor, dame humildad y mansedumbre!”. O así: “¡De la forma en que sólo Tú sabes hacerlo, Señor, apiádate de mí!”. Así, el Señor, por Su misericordia, se apiadará de nosotros y nos salvará con Su Gracia.
(Traducido de: Starețul Iosif de la Optina, Ne vorbesc stareții de la Optina, Editura Egumenița, p. 137)