Palabras de espiritualidad

¿Cómo nos presentaremos ante el Justo Juez?

    • Foto: Bogdan Zamfirescu

      Foto: Bogdan Zamfirescu

Quienes, por el don de Cristo, se hallen sometidos al afán de la virtud, estén atentos a no complacer los apetitos del cuerpo, para no quedarse sin defensa cuando el estremecedor Juicio.

¡Les suplico, hermanos míos, benditos de Dios, que con amor se esfuercen en hacerse agradables a Cristo, Quien hizo de cada uno de ustedes un soldado, no sea que alguno sea echado afuera por su negligencia y su desidia! Quienes, por el don de Cristo, se hallen sometidos al afán de la virtud, estén atentos a no complacer los apetitos del cuerpo, para no quedarse sin defensa cuando el estremecedor Juicio, en el que cada uno será recompensado por lo bueno y lo malo que haya hecho.

¡Ay de mí en esos momentos! ¿Cómo voy a presentarme, con qué merecimiento lo haré? ¡Dichosos los que puedan presentarse con confianza ante el Justo Juez para recibir su pago de manos del Señor! Y ¡ay de aquellos que tengan que avergonzarse por lo poco bueno que hayan hecho, si es que tienen algo con qué presentarse! ¿Entienden lo que digo? ¿Cómo podrá justificarse aquel que haya sido un codicioso, o un vil, o un desobediente, o un soberbio, o un voraz, o un hablador, o un vanidoso, o un tirano, o un jactancioso, o un envidioso, o un irascible, o un buscapleitos, o un murmurador, o uno que solía juzgar a sus hermanos? ¿Qué respuesta podrá dar aquel que por cosas como estas sea acusado? ¿Qué podemos obtener al saber esto? ¿Sabemos bien lo que significa cuidarnos de caer en dichas pasiones?

(Traducido de: Sfântul Efrem SirulCuvinte și învățături. Volumul 1, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 91)