¿Cómo puedo salir del atolladero de la desesperanza?
A medida que la persona se va acercando a la oración, participando también en los oficios litúrgicos, ve cómo su esperanza crece. Y es que la esperanza es dadora de alegría y camino a la felicidad.
Padre, le pedimos que nos dé unas palabras de ánimo para quienes están sumidos en la desesperanza y para quienes no creen que puedan volver a ser felices.
—Quienes se hallen en la desesperanza tienen que tener esperanza, porque la esperanza es una virtud cristiana. Te acercas a Dios, te libras de la desesperanza. No te acercas a Dios, caes en la deseperanza. Y esta es un todo un suplicio, además de constituir un pecado muy grave. Cuando te sientes abandonado por Dios, cuando dejas de esperar algo de parte Suya o cuando no esperas nada más de los demás, vives en un estado de infelicidad que no se puede corregir sino con la esperanza, que es la virtud que destruye a la desesperanza. San Juan Climaco dice que la oración es como una guadaña en contra de la deseperanza. La oración es, también, una muestra de esperanza. A medida que la persona se va acercando a la oración, participando también en los oficios litúrgicos, ve cómo su esperanza crece. Y es que la esperanza es dadora de alegría y camino a la felicidad.
Entrevista realizada el 19 de octubre de 1998 en Bucarest.
(Traducido de: Întâmpinări. Interviuri cu Părintele Teofil Părăian, Editura Sophia, 2000, pp. 85-86)