Palabras de espiritualidad

“¡Con orden y reverencia, estemos atentos!”

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Aplicando estas palabras a aquellos que estaban por perder el coraje, debido a sus aflicciones, Pablo dice: “Levantad las manos caídas y las rodillas entumecidas” (Hebreos 12, 12).

¿Qué crees que se nos ordena hacer cuando el diácono exclama: “¡Con orden y reverencia, estemos atentos!”?

Simplemente, apartar todos nuestros pensamientos impuros y, despertándonos de nuestra dejadez espiritual, engendrada por la preocupación por las cosas del mundo, presentar correctamente nuestras almas ante la faz de Dios. Y el hecho de que, en verdad, estas palabras no se refieren al cuerpo sino al alma, ordenándonos presentarla con reverencia, lo sabemos del mismo Apóstol Pablo, quien con este propósito las formuló.

Porque, aplicando estas palabras a aquellos que estaban por perder el coraje, debido a sus aflicciones, Pablo dice: “Levantad las manos caídas y las rodillas entumecidas” (Hebreos 12, 12).

Talvez te preguntes si con esas palabras se refiere a las manos y a las piernas del cuerpo. ¡De ninguna manera! El Apóstol no se dirige a quienes participan en competiciones pedestres y torneos de lucha, sino que nos exhorta a rehacer la fuerza de nuestros pensamientos interiores, derruidos por las tentaciones.

(Traducido de: Despre rugăciune și trezvie în învățăturile Sfinților Părinți, Editura Egumenița, Galați, p. 42)