¿Qué es un cristiano? ¿Qué debe caracterizarle? Desde luego, la paciencia. El camino que lleva al Cielo está lleno de espinas: quien lo ande tendrá que sangrar.

Pero la esperanza de gozar de las bellezas del Paraíso es tan fuerte, que los que atraviesan ese camino —con paciencia— pueden decir, así como lo hicieran aquellos 40 mártires al ser arrojados en un lago congelado: “El invierno es amargo, pero el Cielo es dulce; el frío es doloroso, pero la belleza del Cielo está llena de dulzura”. Que nuestro Bondadosísimo Dios nos cuente a nosotros, pecadores, junto a esos que sufren y se esfuerzan, para obtener un descanso eterno. Amén.

(Traducido de: Comori duhovnicești din Sfântul Munte Athos, culese din scrisorile și omiliile Avvei Efrem, Editura Bunavestire, Bacău, 2001, p. 46)