Palabras de espiritualidad

Con solo dar un paso hacia Dios…

  • Foto: Doxologia

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Ni tú puedes salvarte sin la mano de Dios, ni Él puede alzarte si tú no le tiendes la mano.

Dios asume una actitud diferente ante nuestros pecados sin confesar; es una actitud misericordiosa, sí, pero de alguna forma nos afecta. Ya que Él conoce nuestra necedad, nuestra simpleza, no nos deja abandonados en la oscuridad de la ignorancia, sino que nos envía aflicciones o diversos cánones ‟involuntarios”. Todo esto, por necesidad: dolores, daños, agitación, hijos débiles o cualquier otra cosa que nos haga espabilar.

La expiación “forzosa” de los pecados suele ser mucho más severa que la que hacemos voluntariamente, porque los pecados que no confesamos también suelen ser más graves que los que confesamos voluntariamente. Con todo esto, tú, en tu ignorancia, te puedes oponer a las disposiciones de Dios y a lo que Él te envía para redimirte, estropeándolo todo y recibiendo, así, un castigo mayor. Y es que Dios puede hacer todo sin ti, a excepción de salvarte de este mundo. Ni tú puedes salvarte sin la mano de Dios, ni Él puede alzarte si tú no le tiendes la mano. ¿No te basta con que te busque siempre y te ruegue tanto que te salves?

(Traducido de: Părintele Arsenie Boca, Din învățăturile Părintelui Arsenie Boca – Rostul încercărilor, Editura Credința strămoșească, Petru Vodă – Neamț, 2008, p. 73)