Consejo para los esposos que desean tener hijos
¡Con cuánto amor y entrega nos da todo! ¿Acaso hay algo que Él no pueda hacer?
Los esposos deben estar siempre preparados para aceptar la voluntad de Dios en sus vidas. Dios no abandona a quien confía en Él. Nosotros no hacemos nada por Dios, pero Él hace mucho por nosotros. ¡Con cuánto amor y entrega nos da todo! ¿Acaso hay algo que Él no pueda hacer?
Engendrar hijos no depende solamente del hombre, sino también de Dios. Cuando Dios nota humildad en la pareja que anhela fuertemente tener hijos, no sólo les da uno, sino varios más. Sin embargo, cuando observa sólo terquedad y egoísmo, no les cumple con ese anhelo, porque esto significaría respetarles esos defectos.
Por eso, los esposos deben dejar todo en manos de Dios, diciendo: “Dios mio, Tú procuras nuestro bien; que se haga, pues, Tu voluntad”. Entonces se cumplirá lo que piden. Porque la voluntad de Dios se ejecuta solamente cuando decimos “¡Que se haga Tu voluntad!”, confiando en Él plenamente. Sin embargo, nosotros, por una parte decimos “¡Que se haga Tu voluntad!”, y por la otra deseamos que se haga la nuesta. Entonces ¿qué puede hacer Dios con nosotros?
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Viața de familie, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 72-73)