Palabras de espiritualidad

Consejos para avanzar en la oración y en la vida espiritual

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Lo primero que hay que hacer es apartar de nuestro corazón y de nuestra mente la idea de que somos alguien, es decir, nuestro egoísmo.

¿Qué consejo les puede dar a los laicos, en relación con la “Oración del Corazón”? ¿Cómo podemos hacer para practicarla?

—Hay que intentarlo una y otra vez, porque es algo muy beneficioso. No hay nada mejor que ella. Pero es necesario prepararse para poder alcanzar la “oración del corazón”. No es imposible, pero hay que tener mucha paciencia. Dios nos ayuda en ello: “El Reino de Dios es cosa que se conquista, y los más decididos son los que se adueñan de él”. Lo primero que hay que hacer es apartar de nuestro corazón y de nuestra mente la idea de que somos alguien, es decir, nuestro egoísmo. Y, después de hacer esto, cada uno debe considerarse, ante Dios, el más pecador de todos los hombres. Logrando esto, el crecimiento y el progreso espiritual se harán notar.

Sin embargo, mientras haya egoísmo en tu alma y en tu corazón, todos tus esfuerzos serán en vano. Pero hay que seguir intentando, porque, por ínfimo que parezca tu esmero, siempre dará frutos. Si logras practicar la oración con tu mente todo el tiempo, aún cuando duermes, es algo muy bueno; pero, si no lo consigues, tampoco te desconciertes. Dios también así te recompensará. Porque, como dicen los Santos Padres, hasta el mismo gesto de persignarnos, si lo hacemos con temor de Dios y humildad, queda escrito en los Cielos. ¿Por qué? Porque nuestro enemigo, el demonio, escribe todo el tiempo todas y cada una de las maldades que cometemos. Por otra parte, tanto Dios como nuestro santo ángel guardián escriben todo lo que hacemos, desde nuestra más insignificante buena acción, para que, cuando tengamos que atravesar los peajes etéreos, nuestro ángel custodio tenga qué mostrar y así podamos librarnos de los demonios que allí estarán para acechar nuestra alma.

(Traducido de: Starețul Dionisie – Duhovnicul de la Sfântul Munte Athos, Editura Prodromos, 2009, pp. 45-46)