Consejos para el hombre en su andadura espiritual
“Hemos renunciado a una carga ligera, la de reprendernos a nosotros mismos, para tomar una más pesada, la de justificarnos en nuestras faltas”.
Para que el hombre pueda caminar seguro en su ascenso espiritual, nuestros Santos Padres, inspirados por Dios, recomiendan algunos aspectos. San Antonio dice que el hombre debe asumir la responsabilidad por sus faltas ante Dios y soportar las tentaciones.
Un anciano decía que útil para la salvación es considerarnos a nosotros mismos la causa de nuestras propias faltas. Amma Teodora, a su vez, decía que, de todas las virtudes, la más necesaria es la verdadera humildad.
También el abbá Juan Kolovos (Ioannis Kolovos) decía: “Hemos renunciado a una carga ligera, la de reprendernos a nosotros mismos, para tomar una más pesada, la de justificarnos en nuestras faltas”.
Otro anciano decía: “Observa siempre tus propias faltas, no juzgues a nadie, refrena tu lengua y no respondas al mal con el mal. ¡En esto consiste la verdadera humildad!”. Otro padre espiritual decía que el que es verdaderamente humilde jamás cae en la ira y jamás lleva a otros a caer en ella.
Y otro padre decía que el mayor provecho del hombre es la humildad y, mientras más desciende en ella, más se alza en el beneficio espiritual.
(Traducido de. Monahul Moise Aghioritul, Tristeţea anxietăţii şi bucuria nădejdii, Editura Sophia, p. 83)