Palabras de espiritualidad

Consejos para la confesión

  • Foto: Ioana Stoian

    Foto: Ioana Stoian

Translation and adaptation:

Conviértete al Señor y deja tus pecados, suplica ante su faz y quita los obstáculos. Vuélvete al Altísimo y apártate de la injusticia, odia con toda el alma la abominación”

«Hermano mío, que eres pecador: esta es la forma en que debes prepararte cuando quieras arrepentirte y confesarte. Debes saber, en primer lugar, que la contrición, de acuerdo a San Juan Damasceno (Libro II, capítulo XLVII), es un volver del estado contrario al ser, a lo que es normal; es regresar del demonio a Dios. Todo esto se logra con esfuerzo y dolor. Así pues, también tú, hermano, si quieres arrepentirte como es debido, debes renunciar al maligno y a los actos que le agradan a él, y regresar a Dios y a la vida que se adecua a Su voluntad. Debes renunciar al pecado, que es contrario a tu naturaleza, y volver a las acciones virtuosas, que sí se ajustan a tu esencia. Debes odiar tanto al pecado, que puedas decir, con David: “Detesto y aborrezco la mentira, pero amo tu ley” (Salmos 118, 163). Y, al contrario, debes amar tanto el bien, que puedas exclamar: “Por eso amo yo tus mandamientos más que el oro, más que el oro fino” (Salmos 118. 127). El Espíritu Santo, por medio del juicioso Sirácides, te enseña cuál es la verdadera contrición, diciendo: “Conviértete al Señor y deja tus pecados, suplica ante su faz y quita los obstáculos. Vuélvete al Altísimo y apártate de la injusticia, odia con toda el alma la abominación” (Eclesiástico 17, 25-26). Si quieres saber qué es la verdadera contrición y sus frutos, busca y verás en la Palabra final».

(Traducido de: I.P.S Pimen, Povățuiri pentru spovedanie, Editura Arhiepiscopiei Sucevei si Rădăuţilor, p. 27)