Palabras de espiritualidad

Corazón de madre

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Cuando veamos que alguien que nos hizo daño está sufriendo, corramos a ayudarle, para que vea que el amor habita en nosotros y que hemos olvidado el daño recibido. Sólo así seremos hijos de Dios por la Gracia.

¿Has visto cómo se comporta una buena madre? Aunque tenga muchos hijos y uno de ellos la enfade constantemente con sus travesuras, ella a todos los ama igual. Si ve que uno de sus hijos ha caído en el agua y se ahoga, o está por quemarse con algo, llamándola a gritos: “¡Mamá, no me dejes!”, ella olvida todo. Olvida los enfados y travesuras, y corre a salvarlo, aún arriesgando su propia vida.

¡Así es una madre! La verdadera madre olvida el mal que haya sufrido. ¡Tanto ama a sus hijos! También así es como debemos amar nosotros a todos los demás. Debemos sentir compasión por todos, propios y extraños. Esto es lo que Dios nos pide en el Evangelio.

¿Has visto una gallina? Aún teniendo muchos polluelos, cuando nota que quieres llevarte a uno de ellos, viene y lo defiende, aunque tenga muchos más. Lo mismo hace una buena madre por sus hijos. Este es el corazón de madre que Dios nos pide a todos. Cuando veamos que alguien que nos hizo daño está sufriendo, corramos a ayudarle, para que vea que el amor habita en nosotros y que hemos olvidado el daño recibido. Sólo así seremos hijos de Dios por la Gracia.

(Traducido de: Ne vorbește părintele Cleopa II,  Editura Mănăstirea Sihăstria, 2004, p. 15)