Creer en Dios, la condición esencial para ser purificados de nuestras faltas
Quien no crea en el Señor tal cual es, no podrá ser purificado de sus pecados. Y al quedarse sin ser purificado de sus pecados, en ellos morirá y por ellos será juzgado.
Necesitamos recibir el perdón de nuestros pecados, y esto no es posible sino por medio de la fe en el Hijo de Dios, con la condición de no desear persistir en nuestras inclinaciones y acciones de pecado. ¿Por qué? Porque, cuando pecamos, solamente Él puede ser nuestro mediador ante el Padre. Aquel que haya dado su palabra de renunciar al pecado, tiene que recibir la Gracia del Espíritu Santo, la cual descendió a la tierra solamente después de que el Señor, ascendiendo, se sentó a la diestra de Dios-Padre y se da solamente a quien cree en esta excelsa oikonomia de nuestra salvación y con esta fe se acerca a los Divinos Sacramentos establecidos por los Apóstoles en la Santa Iglesia del Señor.
Así pues, quien no crea en el Señor tal cual es, no podrá ser purificado de sus pecados. Y al quedarse sin ser purificado de sus pecados, en ellos morirá y por ellos será juzgado.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, Editura Sophia, București, pp. 177-178)