Cristo fundó una sola Iglesia, no ochocientas
El maligno se pasea por las aguas de este mundo con una flota de más de ochocientas barcas o falsos cristos, que utiliza para atraer a todos hacia él.
El camino a la salvación es ése que el mismo Dios anduvo como Hombre verdadero, para darnos coraje y así pudiéramos seguirlo. Lo que antes fue el Arca de Noé, ahora es la Iglesia de Cristo, el de la Cruz. Ella, la Iglesia, navega por los mares de este mundo, llamando a los oprimidos. El Arca de Noé tenía las puertas cerradas fuertemente; la Iglesia, en cambio, las tiene abiertas. El maligno se pasea por las aguas de este mundo con una flota de más de ochocientas barcas o falsos cristos, que utiliza para atraer a todos hacia él.
¿Cómo se cae en tal engaño? Esto deben responderlo los que se consideran superiores a la Iglesia y a los santos. Es suficiente recordarles el engaño en que cayeron los judíos, asesinos de los justos, conviertiéndose en los primeros en viajar al infierno con las Escrituras en la mano. ¿No dicen las Escrituras que ellos fueron los que crucificaron a Dios? ¿Es culpa de las Escrituras? ¡Sus retorcidas mentes no les dejaron creer ni entender lo que dicen las mismas Escrituras!
Cristo fundó una sola Iglesia, no ochocientas. Algunos ya en este mundo se han hecho dignos de estar en lo invisible con los Santos, de conocer a la Madre de Dios y los poderes celestiales e incluso ver al Señor.
(Traducido de: Părintele Arsenie Boca, Lupta duhovniceasca cu lumea, trupul şi diavolul, ediție revizuită, Editura Agaton, Făgăraș, 2009, p. 21)