Palabras de espiritualidad

¿Cuál debe ser el propósito de nuestras lecturas?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Debes desmenuzar bien lo que lees y pedirle a Dios que sane la debilidad de tu mente con Su iluminación divina, para que en ti puedan brotar los conocimientos de lo divino.

¿Cuántas horas al día debo leer, Padre?

—No entiendo, hermano. Sanos no son esos que comen mucho y se tragan la comida sin masticarla, sino aquellos que comen poco y mastican bien. Debes desmenuzar bien lo que lees y pedirle a Dios que sane la debilidad de tu mente con Su iluminación divina, para que en ti puedan brotar los conocimientos de lo divino. Entonces recibirás la lengua de fuego del Pentecostés. Las otras lecturas, que hacemos “exteriormente”, para obtener conocimientos y hacernos más inteligentes, sin esforzarnos en actuar, no sólo no son útiles para nuestros semejantes, sino que, al contrario, terminan sembrando la incredulidad en ellos, cuando ven que nada de lo que decimos tiene coherencia con nuestra forma de vivir. Por eso, el objetivo de leer debe ser el de poner en práctica lo que vamos aprendiendo, pero no exteriormente, no como un ejercicio de oratoria, sino esforzándonos en recibir esa lengua de fuego para vivir los misterios de Dios. Aprender muchas cosas, con tal de acumular conocimientos y actuar como maestros ante los demás, sin poner en práctica nada de lo aprendido, no es sino llenarnos la cabeza con aire o viajar a la Luna con aparatos. No obstante, el propósito del cristiano es alzarse hasta Dios, pero sin aparatos.

(Traducido de: Sfântul Cuviosul Paisie AghioritulEpistole, Editura Evanghelismos, p. 166)