Palabras de espiritualidad

Cuando el firmamento de nuestra alma se nubla...

  • Foto: Florentina Mardari

    Foto: Florentina Mardari

La aparición de las nubes que ocultan la luz del día es un fenómeno natural común, pero esas nubes son siempre pasajeras, porque después viene la calma y la luz del sol brilla de nuevo, aún con más fuerza.

No desesperemos cuando sobre nuestra alma aparezcan las nubes del infierno, a cual más oscura que la otra, cuando la maldad diabólica, la duda y las lamentaciones echen raíces en nuestra alma.

Tenemos que convencernos de que la aparición de esas nubes negras en el horizonte de nuestra conciencia es algo inevitable, y que tampoco es algo que ocurra siempre o que dure mucho tiempo, precisamente como ocurre en la naturaleza con las nubes de una tempestad, que aparecen y luego se van. Del mismo modo, nuestra mente y nuestra alma pronto verán cómo nuevamente aparece la luz.

La aparición de las nubes que ocultan la luz del día es un fenómeno natural común, pero esas nubes son siempre pasajeras, porque después viene la calma y la luz del sol brilla de nuevo, aún con más fuerza.

(Traducido de: Sfântul Ioan din Kronstadt, Viaţa mea în Hristos, Editura Sophia, Bucureşti, 2005, pp. 91-92)

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