Palabras de espiritualidad

Cuando el temor es causa de fortalecimiento

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Cuando el hombre le teme a Dios, es porque lo ama con todo su corazón, con todas sus fuerzas y con toda su mente.

El temor de Dios es un sentimiento santo, que llena el corazón de aquel que lo conoce a Él en Sus divinas características. Quien le teme a Dios es porque tiene el alma pura, porque el temor de Dios se ha convertido, para él, en motivo de purificación espiritual. El temor de Dios aparece como la forma más grande del amor a Él, traducida en la dedicación y el servicio a Él. Cuando el hombre le teme a Dios, es porque lo ama con todo su corazón, con todas sus fuerzas y con toda su mente. Dios nuestro Señor es su gloria y sólo Él domina en su corazón. Sus labios alaban sin cesar a la Divinidad y su corazón le canta. El temor de Dios hace que su corazón se mantenga impoluto y le fortalece el cuerpo, sometiendo sus impulsos a la fuerza de su espíritu. Cuando esto ocurre, es que el temor de Dios se ha convertido en el maestro de sabiduría del hombre, enseñándole a conocer lo que es verdadero, lo que es bueno, lo que es agradable a Dios. El temor a Dios es su fuente de vida, que le libra de las trampas de la muerte.

El Señor es la fortaleza de quienes le temen y Su promesa se les mostrará. El temor de Dios es puro y pervive por siempre. El ángel de Dios desciende entre quienes le temen a Él y les protege.

(Traducido de: Monahul Teoclit Dionisiatul, Sfântul Nectarie din Eghina Făcătorul de minuni, Editura Sophia, p. 194)