Palabras de espiritualidad

Cuando los demás no aprecian nuestro trabajo…

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

No te molestes cuando los demás no valoren tu esfuerzo. En esos momentos, acuérdate de que no es para ellos que trabajas, sino para el Señor, y que será Él quien recompensará tu sacrificio, no los otros.

«Acostúmbrate a no decirle nada a tu mamá o a tu hermana, cuando te sientas indignada por las injusticias que cometen contigo. Mejor apártate y, sin importar lo que te digan, permanece en silencio. Ve a tu habitación y siéntate a leer algún pasaje del Evangelio, aunque en ese momento no entiendas nada. Concéntrate en hacer todo para el Señor y haz lo que puedas, según tus fuerzas. Eso es justamente lo que te enfada, que no puedes hacer tantas cosas. Intentas abarcar mucho, y es normal que no consigas gran cosa.

Tus fuerzas son limitadas, y te empecinas en querer hacer mucho. Por eso es que terminas irritándote, porque piensas que los demás no aprecian tu trabajo, tu sacrificio. Mejor trabaja solamente en lo que esté a tu alcance hacer, y no te molestes cuando los demás no valoren tu esfuerzo. En esos momentos, acuérdate de que no es para ellos que trabajas, sino para el Señor, y que será Él quien recompensará tu sacrificio, no los otros».

(Traducido de. Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 121)