—Padre, ¿cuándo nos ayudan los Santos?

—Cuando es debido, no cuando nosotros creemos que deben hacerlo. Es decir que nos ayudan entonces cuando nos es útil. ¿Entendiste? Un niño, por ejemplo, le pide a su padre una motocicleta, pero aquel no se la compra. “Quiero una motocicleta porque me cansa mucho andar a pie”. El padre, sin embargo, no se la da, porque teme que sufra algún accidente y muera. “Más adelante te compraré un automóvil”, le responde. Entonces, deposita el dinero en el banco y, cuando haya logrado juntar lo suficiente, le comprará el automóvil. Lo mismo hacen los Santos, saben cuándo deben ayudarnos.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești, vol.2: Trezvie duhovnicească, traducere de Ieroschimonah Ștefan Nuțescu, Ed. a 2-a, Editura Evanghelismos, București, 2011, p. 313)