Cuándo ser humildes y cuándo tomar actitud
El hombre, si razona en calidad de cristiano y desea comportarse de acuerdo a la doctrina cristiana, puede y debe ignorar las injusticias sufridas y los insultos recibidos. Pero si ocupa un cargo importante o se halla al frente de alguna cuestión pública, no tiene derecho de invocar el principio del perdón para permanecer distante y frío frente a la maldad y dejar que los inocentes sean vulnerados por los pérfidos.
“Tienes derecho a perdonar sólo lo que te ha perjudicado.” (Nicolás Iorga)
El hombre, si razona en calidad de cristiano y desea comportarse de acuerdo a la doctrina cristiana, puede y debe ignorar las injusticias sufridas y los insultos recibidos. Pero si ocupa un cargo importante o se halla al frente de alguna cuestión públcia, no tiene derecho de invocar el principio del perdón para permanecer distante y frío frente a la maldad y dejar que los inocentes sean vulnerados por los pérfidos.
Este fue el trágico error de Lord Halifax: confundir dos situaciones distintas: Y no sólo el suyo, sino el de numerosos necios que creen que “no juzgar” y “¿quién soy yo para juzgar?” se refiere a los intereses de la comunidad, de la humanidad. Se trata de algo completamente diferente, opuesto: es necesaria la vigilancia, proteger el bien. La manada ama al pastor precisamente porque la cuida y da su vida por ella.
(Traducido de: Nicolae Steinhardt, Jurnalul fericirii, Editura Mănăstirii Rohia, Rohia, 2005, p. 70)