¿Cuánta entrega puedes ofrecer en el matrimonio, si antes ya te has consumido sentimentalmente?
Es muy importante la preparación de los novios antes de la boda, así como su propio estado espiritual y físico. Además, es importante responder a esta pregunta: ¿cuánta entrega puedes ofrecerle a tu esposo o a tu esposa? Y es que esto depende de cuán agotado sentimentalmente llegas al matrimonio.
Un antiguo sabio afirmaba que, inevitablemente, después de diez años te arrepentirás, sea que te cases, sea que no lo hagas. Y si tienes ese espíritu, digamos, “humorístico”, para resistir la situación, un día, hallándote a la entrada de tu casa, concluirás —después de meditarlo largamente—, que luego de una agitada discusión podrías terminar con un balde de agua en la cabeza, así como hizo Jantipa con Sócrates, para mofa de quienes presenciaron aquella escena. Ahora bien, ¿cómo reaccionó Sócrates? Diciendo: “¡Después de tantos rayos y truenos... tenía que llover!”. Si eres capaz de resistir así, muy bien.
No crean que por decirles estas cosas, significa que nosotros seamos unos sabios... Algo hemos leído, pero la mayor experiencia la hemos obtenido al confesarles. San Juan Crisóstomo dice que no hay nada más sucio en este mundo, que los oídos del sacerdote. ¿Por qué? Porque escucha todo lo que quiere y lo que no quiere. Así están las cosas en este aspecto. Debemos entender lo importante que es la pureza para el cristianismo (característica misma de la Iglesia), incluso el mismo San Juan Crisóstomo se decidió a guardarla (...); por favor, estemos atentos, porque no importa cómo y cuánto “vivas” tu juventud. Lo importante es una cosa completamente distinta. Lo importante es cómo entrarás a la iglesia, si te pondrán o no una corona en la cabeza y, ulteriormente, cuánta entrega podrás ofrecerle a tu esposo o a tu esposa, porque esto depende de cuán agotado, sentimentalmente, llegues al matrimonio.
(Traducido de: Părintele Nicolae Tănase, Soțul ideal, soția ideală, Editura Anastasis, Sibiu, 2011, pp. 202–203)