Palabras de espiritualidad

¡Cuántas veces me has ayudado, Señor!

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

¡Oh, Señor, verdaderamente infinitas e inconmensurables son Tus misericordias para mí, a pesar de que soy un pecador!

¡Cuántas veces, Señor Jesús, has renovado mi perverso ser, tan lleno de pecados! ¡Cuántas veces y de cuántas maneras!

¡Cuántas veces me has librado del terrible fuego interior, provocado por toda clase de pasiones! ¡Cuántas veces me has sacado del abismo de lo repugnante y la desesperanza! ¡Cuántas veces, con tan sólo repetir Tu Nombre lleno de fe, has restaurado mi seco corazón!

¡Cuántas veces lo has hecho, por medio de Tus vivificadores Misterios! ¡Oh, Señor, verdaderamente infinitas e inconmensurables son Tus misericordias para mí, a pesar de que soy un pecador!

¿Qué podría yo darte a cambio, qué podría ofrecerte por todas Tus bondades? ¡Jesús, vida y consuelo mío! Talvez ser más cuidadoso al caminar en esta vida, por virtud de Tu Gracia, porque “dichosos son los que andan los caminos del Señor” (Salmos 118 3; 17, 24), como dijera el Espíritu Santo, a través de la boca de nuestro padre David. ¡Me afanaré en serte fiel, humilde, manso, pacífico, bueno, generoso, obediente y honesto!

(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Viața mea în Hristos, Editura Sophia, p. 184)