De cómo la Iglesia reconcilia al hombre con Dios
Solo la Iglesia ha recibido el poder de reconciliar al hombre con Dios y de traer la sanación; por eso, corresponde que quien ha pecado acuda a la Iglesia. Pues solamente ella puede volver a hacerle amigo de Dios.
Aquel que ha pecado frente a Dios necesita reconcilarse. La manifestación de nuestro Señor Jesucristo a Sus discípulos después de la Resurrección y el poder dado a ellos de perdonar los pecados lo atestiguan. Porque la confesión es un impulso innato, y la inclinación de la divinidad es un retorno natural movido hacia ello, ya que el alma siente que ha pecado contra Dios y que debe satisfacer la justicia divina para alcanzar la sanación.
Solo la Iglesia ha recibido el poder de reconciliar al hombre con Dios y de traer la sanación; por eso, corresponde que quien ha pecado acuda a la Iglesia. Pues solamente ella puede volver a hacerle amigo de Dios.
(Traducido de: Sfântul Nectarie de Eghina, Despre îngrijirea sufletului, Editura Sophia, București, 2009, p. 101)
