“Trabajando con paciencia, por medio de la templanza absoluta y la petición perseverante, manteniendo el desprecio de tí mismo y la más perfecta humildad en cada uno de tus actos, puedes esperar a que, en el momento propicio, vendrá el don de la liberación interior (apatheia), como un puerto seguro después de atravesar una terrible tormenta y agitación”. (San Teognosto)

“En tanto que la apatheia del cuerpo, que se alcanza con el retiro a la soledad, es a menudo perturbada por la cercanía del mundo, la que nace de la obediencia permanece siempre firme e inamovible”. (San Juan Climaco)

“Los mandamientos del Señor nos enseñan a utilizar con buen juicio los medios que tenemos (el conocimiento y el profundo entendimiento de 'las razones divinas desde la naturaleza y la Escritura'). Porque la juiciosa utilización de los medios purifica el estado del alma, y el estado de pureza origina el poder de discernimiento (justa medida). El poder de discernimiento, a su vez, engendra la liberación interior, de la cual proviene el amor perfecto”. (San Máximo el Confesor)

“De hecho, el cumplimiento de los mandamientos de Dios da origen a la apatheia”. (San Talasio de Libia)

(Traducido de: Mitropolitul Hierotheos Vlachos, Psihoterapia ortodoxă: știința Sfinților Părinți, traducere de Irina Luminița Niculescu, Editura Învierea, Arhiepiscopia Timișoarei, 1998, pp. 354-355)