De cómo los padres condicionamos el estado anímico de nuestros hijos
Enséñale a tu hijo a gestionar su propio estrés. Enséñale que no hay problemas sin solución, que cada problema se puede resolver.
Los padres tienen que ser conscientes de que ellos mismos son quienes generan la atmósfera que se respira en el seno de la familia: equilibrio o pánico, emociones negativas o decisión.
Enséñale a tu hijo a gestionar su propio estrés. Enséñale que no hay problemas sin solución, que cada problema se puede resolver. Y que tú estás a su lado para ayudarlo, indiferentemente de qué suceda.
Empieza utilizando lo menos posible —mejor si no la utilizas más— la expresión “¿Y ahora qué hacemos?”. Esas palabras anuncian siempre algo malo. Inducen una emoción negativa, un susto. ¡Renuncia a seguirlas usando!
(Traducido de: Michiela Poenaru, Eu te-am făcut, eu te omor. Ghidul bunelor maniere pentru părinţi, Editura Coresi, București, 2010, pp. 98-99)