De cómo los santos nos enseñaron a obtener el Reino
Amados hijos, todos hemos sido llamados a heredar el Reino de la Paz, que se llama también Reino de Dios, Reino de Justicia, o Reino de la alegría eterna.
Amados hijos, todos hemos sido llamados a heredar el Reino de la Paz, que se llama también Reino de Dios, Reino de Justicia, o Reino de la alegría eterna (Romanos 14, 17). Y no se trata de un reino inalcanzable. Los santos, con su forma de vida, supieron ganárselo, esmerándose, con el auxilio de Dios, en vencer sus propias faltas. Y eso que eran hombres como nosotros, pecadores y con muchas debilidades. Pero, con una oración incesante y el afán de su débil voluntad, la cual ofrecieron a Dios, recibieron la Gracia a rebosar y, con la ayuda divina, llegaron a hacerse partícipes, ya desde esta vida, del Reino de la Gracia, con el cual entraron en el Reino eterno de la gloria.
(Traducido de: Arhimandritul Serafim Alexiev, Viața duhovnicească a creștinului ortodox, traducere din limba bulgară de Valentin-Petre Lică, Editura Predania, București, 2010, p. 43)