De la forma de partir a la eternidad
Demuestra ser mucho más sabio un sencillo aldeano que se salva, que cientos de reyes y filósofos que son enviados a la condena eterna.
También a esos a quienes todo el mundo ensalza, la muerte se los lleva tarde o temprano. La muerte apila en un mismo lugar la soberbia, la crueldad, y la ambición del hombre, y después arroja sobre ellas un puñado de tierra.
¡Ay de aquel que caiga enfermo, hallándose en un estado de animadversión hacia Dios, y luego parta a la eternidad! He visto cómo a los ricos y a los poderosos les aterroriza la muerte, en tanto que un simple campesino la recibe con paz y contento.
En otras palabras, demuestra ser mucho más sabio un sencillo aldeano que se salva, que cientos de reyes y filósofos que son enviados a la condena eterna.
(Traducido de: Arhimandritul Arsenie Papacioc, Scrisori către fiii mei duhovnicești, Mănăstirea Dervent, Constanța, 2000, p. 176)