Palabras de espiritualidad

De la oracion del enfermo

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

¡Bendito sea el recuerdo de la muerte! Este, junto con el recuerdo de Dios, es el cimiento de la buena disposición cristiana del espíritu.

«Te sientes muy débil y crees que se acerca el momento en que tu alma saldrá del cuerpo. Las enfermedades nos recuerdan la muerte, pero no anticipan su llegada. Sin embargo, ya que has empezado a pensar en la muerte, no está mal que empieces a prepararte para recibirla. Y, tomando en cuenta que todo el tiempo estás enfermo, no te resultará difícil pensar en el momento cuando tu alma parta de este mundo —como decía el Venerable Nicanor—, y el último instante no te tomará por sorpresa. ¡Bendito sea el recuerdo de la muerte! Este, junto con el recuerdo de Dios, es el cimiento de la buena disposición cristiana del espíritu. Además, me escribes reconociendo que aún no sabes orar con fervor y que no eres perseverante en el esfuerzo por Dios. Sobre esto, San Tikón de Zadonsk dice: “¿Cuál debe ser la oración del enfermo? Agradecimiento y suspiros”. Estos dos aspectos sustituyen cualquier esfuerzo ascético. Entonces, ¡conserva la serenidad!».

(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Boala și moartea, Editura Sophia, București, 2007, p. 41)