Del terrible pecado de arrebatar la libertad a otros
Las cualidades personales pierden todo valor en tal clase de personas, porque quedan aniquiladas por el atroz pecado de destruir la libertad del hombre.
La virtud personal del tirano, por incontestable que sea, no justifica la tiranía. Las cualidades personales pierden todo valor en tal clase de personas, porque quedan aniquiladas por el atroz pecado de destruir la libertad del hombre, por el terrible pecado de convertir a sus semejantes en animales, justamente al arrebatarles la característica principal del espíritu: la libertad.
También los fariseos tenían distintas —y no pocas— virtudes personales; eran hombres correctos y rigurosos. Lo mismo Calvino. Y estoy seguro de que también Caifás tenía un comportamiento agradable y una vida modélica.
(Traducido de: Nicolae Steinhardt, Jurnalul fericirii, Editura Mănăstirii Rohia, Rohia, 2005, p. 399)