Diez efectos de la Eucaristía en la vida del cristiano
En las oraciones que hacemos después de comulgar, encontramos diez efectos de la Eucaristía.
En las oraciones que hacemos después de comulgar, encontramos diez efectos de la Eucaristía. Voy a transcribir algunas de las palabras de la “Primera oración de agradecimiento después de haber recibido la Santa Comunión”. Le decimos al Señor: “Concédeme que estos dones puedan servirme para la sanación de alma y cuerpo, para alejar al adversario, para la pacificación de las fuerzas de mi alma, para iluminación de los ojos de mi corazón, para tener la fe que es inexpugnable, para adquirir el amor sincero, para la plenitud de la sabiduría, para guardar tus Mandamientos, para el aumento de tu Divina Gracia y para la consecución del Reino de los Cielos”. Luego, son diez efectos. ¿Cuáles?
“Sanación de alma y cuerpo”, es la primera realización.
“Alejar al adversario”. Toda maldad es alejada al recibir la Santa Comunión, el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo.
“Para la pacificación de las fuerzas de mi alma”. Es muy importante tener paz espiritual y que no haya contradicciones en tu interior, en tu alma.
“Iluminación de los ojos de mi corazón”. Un creyente debe ser una persona de luz.
“Tener la fe que es inexpugnable”, es decir, tener la fe verdadera, que no admite rebatimientos, la fe ortodoxa.
“El amor sincero”, para con Dios y nuestros semejantes.
“La plenitud de la sabiduría”, es decir, ser juiciosos.
“Guardar Tus mandamientos”, es decir, que cumplir con ellos sea nuestro deber.
Finalmente:
“El aumento de tu Divina Gracia y para la consecución del Reino de los Cielos”
(Traducido de: Arhimandrit Teofil Părăian, Cum putem deveni mai buni. Mijloace de îmbunătăţire sufletească, Editura Agaton, 2007, p. 350)