Dios calla y nos ayuda…
Cuando viene la oscuridad, cuando todo se llena de niebla, cuando empieza el invierno, todos se acuerdan del sol y vuelven su mirada hacia él, buscándolo, añorándolo.
¡Hay muchas personas que trabajan desde la mañana hasta la tarde bajo el sol, pero sin mirar el sol, sin sentir el sol, sin pensar ni una sola vez en el sol!
¡Hay muchas personas que viven toda su vida bajo la influencia de la luz, el poder y el auxilio de Dios, pero sin ver a Dios, sin pensar un solo instante en Dios!
Y el sol calla, sin enfadarse, iluminándonos sin cesar. Y Dios calla, sin enfadarse, y nos sigue ayudando sin cesar.
Pero cuando viene la oscuridad, cuando todo se llena de niebla, cuando empieza el invierno, todos se acuerdan del sol y vuelven su mirada hacia él, buscándolo, añorándolo.
Del mismo modo, cuando aparecen los sufrimientos, las adversidades, los hombres se acuerdan de Dios, lo enaltecen, suspiran por Él.
(Traducido de: Episcopul Nicolae Velimirovici, Învăţături despre bine şi rău, Editura Sophia, 2001, p. 47-48)