Dios no desampara al que da
“Si viene un pobre y me pide algo de mi ropa para vestirse, ¿qué debo darle?”. Y respondió el abbá: “Lo mejor que lleves puesto”.
Un hermano se encontró con el abbá Nistero y le preguntó: “Si viene un pobre y me pide algo de mi ropa para vestirse, ¿qué debo darle?”. Y respondió el abbá: “Lo mejor que lleves puesto”.
Insistió el primero: “Y si viene otro y me pide lo mismo, ¿qué debo darle?”. El anciano respondió: “La mitad de lo que te queda”. Volvió a insistir el monje: “¿Y si viene otro y me pide lo mismo?”. El abbá respondió: “Partes en dos lo que te queda y le das una mitad a él, y conservas la otra mitad para ti”.
Pero el monje repitió su pregunta: “¿Y si viene alguien y me pide lo que me queda? ¿Qué hago en ese caso, padre?”. El abbá dijo: “Le das lo que tienes y después te vas al camino más cercano y te sientas en paz a un costado, hasta que Dios te envíe lo que necesitas para cubrirte, porque no se lo estarás pidiendo tú a nadie”.
(Traducido de: Patericul, ediția a patra, revizuită, Editura Reîntregirea, Alba-Iulia, 2004, pp. 168-169)