Dios nos muestra quiénes son sus santos
Dios revela quiénes son los santos verdaderos, incluso sin su voluntad y, la mayoría de las veces, solamente después de su muerte.
La verdadera santidad significa un estado de purificación de todas las pasiones espirituales y corpóreas, especialmente del orgullo y la vanagloria. Por su parte, la falsa santidad busca la celebridad a toda costa, fingiendo ser simple y afectuosa, para atraer la admiración de los demás. El santo verdadero tiene el poder de soportar incluso la falta de popularidad, porque tiene otras alegrías y no necesita del alimento de los elogios mundanos. Lo que él busca es pasar desapercibido ahí a donde va. Dios revela quiénes son los santos verdaderos, incluso sin su voluntad y, la mayoría de las veces, solamente después de su muerte.
(Traducido de: Părintele Adrian Făgețeanu, Un răspuns ortodox, Editura Sophia, București, 2004, p. 40)