Palabras de espiritualidad

El amor es la morada del hombre espiritual

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

El amor mismo es la morada, el “lugar” de la persona espiritual; él habita en la pureza del alma. Entonces cuando el intelecto llega al reino del amor, la gracia obra en él, permitiéndole recibir la contemplación espiritual y ver aquello que no es evidente.

El amor mismo es la morada, el “lugar” de la persona espiritual; él habita en la pureza del alma. Entonces cuando el intelecto llega al reino del amor, la gracia obra en él, permitiéndole recibir la contemplación espiritual y ver aquello que no es evidente. La contemplación mística “es la revelación del intelecto cuando se recoge en sí mismo. Los que se han purificado el alma a través de la práctica de las virtudes, se hacen merecedores de la contemplación espiritual”. “Los puros de corazón pueden ver a Dios”. “Los que se han limpiado de pecado e incesantemente se acuerdan de Dios, ésos pueden verlo”. “El Reino de Dios se llama contemplación espiritual”, dice San Isaac.

(Traducido de: Părintele Iustin Popovici, Credința Ortodoxă și viața în Hristos, Traducere: prof. Paul Bălan, Editura Bunavestire, Galaţi, 2003, p. 72)



 

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