Palabras de espiritualidad

El amor es un misterio y un don de Dios

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

Translation and adaptation:

El amor es una cosa que no se puede ver, es un misterio de Dios, es Dios Mismo.

Es difícil de explicar... Nosotros, los humanos, pobres criaturas de arcilla, no podemos abarcar y manifestar el amor en su plenitud, porque sólo Dios es Amor. Él hace que llueva sobre nosotros Su amor celestial, por medio del cual se enraizan y crecen en nosotros la fe, la esperanza y el amor. El amor es una cosa que no se puede ver, es un misterio de Dios, es Dios Mismo. Y el amor no puede vivirse sino en la medida en que nuestro corazón abre sus pétalos de fe, así como la sedienta flor se abre al sol.

Pero tomar un poco de esa luz divina e intentar esbozarlo en un trozo de papel, eso sí que es imposible. Porque hacerlo tomar forma no es sino “volverse” amor, ese amor al que todos hemos sido llamados, para portar en nuestros corazones alegrías y tristezas, vida y muerte, fugacidad y eternidad.

Sólo entonces podremos obsequiar, aunque sea por un momento, una sonrisa que haga nacer en los corazones de los demás la esperanza que ayuda a caminar en esta vida, en este valle de lágrimas... o una silenciosa lágrima, llena del calor del amor divino.

Sólo entonces podremos llevar en nuestros corazones a Aquel que lo comprende todo. Así, somos llamados a amar en silencio, siguiendo el ejemplo de la Madre del Señor, quien supo sufrirlo todo calladamente, porque no podía compartir con los demás, a quienes amaba profundamente, el misterio de su amor en relación con la Verdad del Amor, su hijo, Jesucristo, Palabra de Dios, de Quien dice San Juan: “Por Ella se hizo todo, y nada llegó a ser sin Ella” (Juan 1, 3).

(Traducido de : Ieromonah Luca Mirea, Crâmpeie de gând și cuvânt, Editura Predania, Bucuresti, p. 8)