El amor sin condiciones de la Madre del Señor
No hay ningún pecador, por graves que sean sus faltas, que se termine perdiendo, si la Madre del Señor lo ampara.
Yo creo que la Madre del Señor se siente mejor entre quienes sufren, entre los débiles y los perseguidos de cualquier clase, que estando rodeada de ángeles.
La Madre del Señor se sacrifica siempre, sufre siempre y creo que incluso rebate la justicia divina, defendiendo a los débiles que invocan su auxilio. Ella ama también, incodicionalmente, a quienes se inclinan hacia el mal, incluso a los indiferentes.
No hay ningún pecador, por graves que sean sus faltas, que se termine perdiendo, si la Madre del Señor lo ampara.
(Traducido de: Arhimandritul Arsenie Papacioc, Scrisori către fiii mei duhovnicești, Mănăstirea Dervent, Constanța, 2000, p. 152)