El amor y la pureza del alma
Un alma debilitada por las pasiones es un terreno propicio para el cultivo del odio, y “el amor se obtiene solamente con la sanación del alma”.
La impureza del pecado y la enfermedad del alma son cosas contranaturales: no forman parte de lo creado, porque “la pureza y la salud son el reino del alma”. Un alma debilitada por las pasiones es un terreno propicio para el cultivo del odio, y “el amor se obtiene solamente con la sanación del alma”.
El amor es de Dios, porque “Dios es amor” (I Juan 4, 8). “Quien obtiene el amor, recibe en su interior a Dios Mismo”. Dios no tiene límites; entonces, el amor es infinito, ilimitado, de modo que “aquel que ama en y con Dios, ama a todos con ecuanimidad y sin hacer diferencias”.
(Traducido de: Părintele Iustin Popovici, Credința Ortodoxă și viața în Hristos, Traducere de prof. Paul Bălan, Editura Bunavestire, Galați, 2003, p. 58)