El anhelo de Dios
Dios es bueno. Así, ya que todo tiende a buscar lo que es bueno, todo tiende a buscar a Dios.
Aquellos cuyas almas rebosaban del anhelo santo de acercarse a Dios, soportaban con trabajo esta vida terrenal, considerándola una prisión. Así, eran persistentes en su añoranza de Dios.
Y, debido a que sentían un deseo insaciable de contemplar la belleza divina, oraban sin cesar para que esa contemplación del esplendor del Señor se prolongara por toda la eternidad.
Vemos, pues, que los hombres, de forma natural, sienten el anhelo de lo bueno y bello. Y es que, en esencia, bueno es eso que es tanto bello como digno de ser amado. Dios es bueno. Así, ya que todo tiende a buscar lo que es bueno, todo tiende a buscar a Dios.
(Traducido de: Sfântul Vasile cel Mare, Despre poruncile lui Dumnezeu şi despre împlinirea poruncii de a iubi pe Dumnezeu, în rev. Mitropolia Olteniei, Anul XXXV (1983), Nr. 7-8, p. 489)