Palabras de espiritualidad

El anhelo del Reino

  • Foto: Tudorel Rusu

    Foto: Tudorel Rusu

Translation and adaptation:

También nosotros, quienes nos hallamos en el mundo como en una tierra extraña, debemos volver nuestra mente a la Patria celestial, allí en donde está nuestro Padre.

Cuando te encuentras de viaje o en el extranjero, tus pensamientos se mantienen en tu hogar y en tu lugar de origen, atrayendo tu mente de vuelta hacia allí.

También nosotros, quienes nos hallamos en el mundo como en una tierra extraña, debemos volver nuestra mente a la Patria celestial, allí en donde está nuestro Padre, a Quien oramos así: “Padre nuestro, que estás en los Cielos”, en donde está nuestra casa y nuestra inmutable paz, “a donde Jesús entró por nosotros, como un Predecesor” (Hebreos 6, 20), en donde está nuestra heredad, esa que nos ha preparado nuestro Clementísimo y Bondadosísimo Mediador, Cristo; en donde está preparada la Cena mayor y la Boda del Novio, en donde un sinfín de Poderes inefables se hallan ante el trono de señorío de la Grandeza, en donde se hallan las legiones de los Santos de todos los tiempos, quienes, después de atravesar las pruebas, los esfuerzos y los sufrimientos de este mundo, hallaron descanso en el Reino de los Cielos. Ahí es donde todos ellos nos esperan, llenos de anhelo de vernos también a nosotros en ese remanso de sosiego.

(Traducido de: Sfântul Tihon din Zadonsk, Dumnezeu în împrejurările vieții de zi cu zi, Editura Sophia, București, p. 69)