¿Cómo luchar contra los pensamientos de pecado?

—El arma más poderosa contra los pensamientos de pecado es la oración, sobre todo la “Oración de Jesús”. Sin embargo, hay también otras herramientas para librar con bien esta lucha.

Contra los pensamientos de vanagloria y soberbia, tenemos que recordar que nuestro cuerpo se va a podrir. En contra del orgullo, recordemos que solamente el orgullo destruye toda virtud y toda buena acción. En contra del mal, oremos por nuestros enemigos. En contra del hábito de juzgar y condenar a los demás, reprendámonos por nuestro orgullo, recordemos nuestras propias faltas y oremos para que el Señor corrija a quien ha pecado y se apiade de él. En contra de los pensamientos blasfemos, no les pongamos atención y atribuyámoselos al maligno; asimismo, tenemos que confesarlos (de forma general) con nuestro padre espiritual, además de orar por quien hemos blasfemado. En contra de los pensamientos vacíos, leamos la Santa Escritura y pensemos en Dios y en las cosas divinas. En contra de los pensamientos de desenfreno, acordémonos del estremecedor Juicio y de los tormentos eternos.

(Traducido de: 1000 de întrebări și răspunsuri despre viața duhovnicească - Alcătuite pe baza operelor Sfinților Părinți și ale nevoitorilor bunei credințe, Editura Cartea Ortodoxă, p. 15-16)