Palabras de espiritualidad

El camino a la perfección

    • Foto: Bogdan Bulgariu

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El hombre verdadero es el hombre espiritual que hay en nosotros”, escribe Clemente de Alejandría.

El hombre fue creado con cuerpo y alma, y además recibió el hálito de vida, para que pudiera recibir el Espíritu y vivir en Él con todo su ser. Solo así puede el hombre realizar su destino, viviendo de acuerdo con su verdadera naturaleza: “El hombre verdadero es el hombre espiritual que hay en nosotros”, escribe Clemente de Alejandría.

El hombre no es un hombre pleno y no vive verdaderamente, si no vive en el Espíritu; de lo contrario, será un ser mutilado, imperfecto, casi muerto. San Ireneo lo dice con toda claridad: «El Apóstol dice: “Es verdad que con los perfectos hablamos de sabiduría” (I Corintios 2, 6). Y llama “perfectos” a aquellos que han recibido el Espíritu de Dios (...). También los llama “espirituales”, porque participan del Espíritu (...). Cuando el Espíritu Santo, mezclándose con el alma, se une al hombre, con la abundancia de Su Gracia hace que nazca un hombre nuevo, espiritual y perfecto, el mismo que fuera creado a imagen y semejanza de Dios. Cuando, al contrario, el Espíritu falta en el alma, el hombre sigue siendo meramente “natural” y carnal, es decir, imperfecto, teniendo la imagen de Dios grabada en su interior, pero sin alcanzar la semejanza con la mediación del Espíritu».

(Traducido de: Jean-Claude LarchetTerapeutica bolilor spirituale, Editura Sofia, p. 29)