Palabras de espiritualidad

El camino a la salvación pasa también por la paciencia en las tribulaciones

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Dios, Quien nos salva, dispuso que nadie fuera privado de la aflicción, porque Él quiere que todos nos salvemos. Pero sin tribulaciones es imposible salvarte.

Aquel que se dirija con todo su corazón a Dios y se postre ante Él para orarle, será librado de un cúmulo de tribulaciones. Ciertamente, si no buscamos el sacrificio voluntario, tendremos que soportar el padrecimiento involuntario, para no apartarnos de los santos. Se nos dijo: “En ella (la ciudad) no entrará nada impuro”. (Apocalipsis 21, 27)

Quien no quiera soportar el sufrimiento y obtener frutos de él, ni toda la sabiduría de Salomón podrá ayudarle. Porque, si la sabiduría y el consejo aleccionan, la tribulación revela la pasión o el pecado. Y le enseña al hombre, no por medio de la palabra, sino con la acción. Por eso es que también los más grandes santos aprendieron la sabiduría espiritual de la experiencia y el dolor del corazón. También por eso es que se dice que das sangre y recibes el Espíritu.

Dios, Quien nos salva, dispuso que nadie fuera privado de la aflicción, porque Él quiere que todos nos salvemos. Pero sin tribulaciones es imposible salvarte.

(Traducido de: Starețul Anatolie de la Optina, traducere de Pr. Teoctist Caia, Editura Doxologia, Iași, 2012, p. 109)