El control de la lengua es signo del sabio
El que domina y controla su propia lengua, sabe cómo hacerlo también con su cuerpo. El que sabe cómo retener su lengua, podrá librarse del perjuicio que ésta podría provocarle.
El que domina y controla su propia lengua, sabe cómo hacerlo también con su cuerpo.
El que sabe cómo retener su lengua, podrá librarse del perjuicio que ésta podría provocarle. La lengua es un mal desbocado. Muchos han caído atravesados por la espada, pero muchos otros por culpa de su propia lengua, porque la lengua es una espada de dos filos, que corta el cuerpo y el alma de los que en vano hablan en triviales reuniones. ¡Oh, lengua, enemiga de mi devoción! ¡Oh, lengua, perdición mía y espíritu maligno! Con cuánto esfuerzo construye el hombre su morada espiritual (salvación), pero tú, lengua, con una sola palabra, en un segundo la derribas y la destruyes. El hombre sabio persigue el silencio.
(Traducido de: Sfântul Cuvios Paisie Velicikovski de la Neamţ, Crinii țarinei sau Flori preafrumoase adunate pe scurt din Dumnezeiasca Scriptură, Editura Bisericii Ortodoxe din Moldova, Orhei, 1995, p. 16)